El hombre, antes de llegar a los electrodomésticos que conocemos hoy en día, tuvo que apañárselas bastante bien con lo que tenía a la mano. Y cómo no, durante la época era bastante complicado encontrar un equipo eléctrico, especialmente con los pocos avances. Pues bueno, es aquí donde entra nuestro querido horno de barro, cuyas bases para confeccionarlo eran únicamente materiales forestales.
Tal como los otros, tiene la misma función de proporcionar calor dentro un sistema cerrado mediante una cantidad considera, pero también medida de leña. ¿Y por qué necesitamos una cantidad controlada? Porque gracias al exceso de leña terminarías ahogando el fuego sin concluir con tu labor principal: cocinar.
Aun cuando sea un horno muy convencional y los medios para ponerlo en marcha no son los mismos que conocemos, tras intentos y practicas continuas, es muy fácil fortalecer la confianza en la cocina. Y vaya, que al comienzo parece un reto pero en realidad es un juego de niños. Es cosa de afianzarnos en la práctica y acostumbrarnos.
Características del horno de barro
Su estructura puede variar bastante. Si bien puede estar compuesto por una capa metálica, también los encontramos diseñados en adobes, tierras arcillosas o ladrillos de adobes cocidos, entre otros. Todos estos materiales caracterizados por una misma particularidad: son materiales refractarios naturales, cuyo rasgo principal es contraer todo el calor posible, contenerlo y después desecharlo para la cocción.
Es una opción calificada para las grandes industrias o comercios muy concurridos por la clientela. El horno de barro obsequia a la comida una sazón exquisita gracias a la leña fundida. Además, no hay nada mejor que hacerlo a la vieja escuela y probar las diferencias del horno eléctrico con el horno de barro. Que este último, inclusive, deja en los alimentos una esencia más jugosa. En cuanto a su temperatura, es una opción que satisface bastante bien gracias a su alta combustión, la cual alcanza más de los 600 ºC.
Asimismo, gracias al sistema de gases y una chimenea acorde a su estructura, la combustión es realmente muy completa para un horneado perfecto. Los hornos de barro te permiten siempre tener el dominio de la cocción. Por ejemplo, la bóveda, donde se ejerce la combustión, consta de un espacio muy amplio. Lo que nos ofrece la posibilidad de ajustar, controlar o nivelar todo el tiraje. Gracias al horno de barro no hay temperatura o tiempo de cocción que no pueda controlarse o favorecerse.
¿Qué puede cocinarse en el horno de barro?
¡Una infinidad de alimentos! No es por algo un horno que todavía siendo convencional, es la elección número uno de muchas personas, sobre todo para aquellos con un restaurante potencial. Pizzas, panes, carnes, pollos, empanadas. Las opciones son muchas.
Ventajas de cocinar con un horno de barro
- Los alimentos tienen un aspecto más fresco y jugoso. De la misma forma, suma en textura, sabor y fragancia. Como bien hemos dicho en otras oportunidades, la leña aporta a la comida un gustillo que no puede adquirirse en ningún otro sitio.
- Te ofrecen una opción más saludable. Por lo general, estos alimentos se hornean con menos grasas.
- Una ventaja importante es el ahorro. Los hornos de barro son esenciales si lo que buscas es economizar.
- Gracias a su elaboración artesanal, paredes y base, conserva muchísimo mejor el calor que cualquier otro ejemplar.
¿Por qué escoger el horno de barro?
Es un horno que garantiza el mayor rendimiento para tu restaurante. Además, uno de los aspectos más importantes a considerar antes de adquirir una pieza de estas, es el tiempo. Gracias a su temperatura y cocción efectiva, los hornos de barro tienen la capacidad de producir más en menos tiempo. Pero esta es una teoría que sólo puedes garantizar tú por tus propios medios. ¿Te atreves a hacerlo?